30 de noviembre 2021. La política comercial tiene un rol central en la inclusión de las mujeres al comercio exterior para que puedan beneficiarse del emprendimiento más allá de las fronteras del país de origen y al mismo tiempo aportar al crecimiento económico de sus países. Una de las acciones necesarias para lograr este objetivo es tomar decisiones de políticas públicas en esta área, basadas en evidencia estadística.
Según cifras 2020 del Servicio de Impuestos Internos, en Chile existen más de 241.000 empresas lideradas por mujeres, una gran parte de ellas pertenece a los rubros del comercio y ventas, hotelería, alimentos, servicios, manufactura, agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, artes y transporte. La mayor proporción de estas empresas desarrolla sus actividades comerciales únicamente en Chile, vale decir, no consideran al mercado internacional como un escenario real para la expansión de sus operaciones.
Chile cuenta actualmente con 30 Tratados de Libre Comercio, con 65 economías, las que en su conjunto generan un mercado ampliado de más de 5.000 millones de consumidores (266 veces el tamaño del mercado chileno), sin embargo, este potencial de mercado está aún muy poco aprovechado por las empresas lideradas por mujeres. En 2020 un total de 7.600 empresas chilenas exportaron al mundo y solo 472 de ellas fueron empresas encabezadas por mujeres.
En este sentido la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial y el Centro de Comercio Internacional (CCI) identifican diversos elementos claves que pueden impulsar la participación de las mujeres en el comercio exterior, destacando entre ellas:
Estas acciones propuestas ya son elementos centrales de los acuerdos de libre comercio firmados por Chile, y buscan facilitar la internacionalización de nuestras emprendedoras. Según la misma OMC, en los países en desarrollo como Chile, las mujeres representan el 33% de la fuerza laboral de las empresas con ventas al exterior, en comparación al 24% de participación en las empresas no exportadoras.
A la luz estos antecedentes, resulta necesario trabajar con sentido de urgencia en acercar las oportunidades que generan estos acuerdos con la oferta exportable de las empresas lideradas por mujeres a lo largo de todo el país, facilitando sus ventas al exterior a través de todos los instrumentos de apoyo disponibles e incorporando nuevas herramientas focalizadas de acuerdo con las necesidades específicas de cada rubo, ubicación geográfica y tamaño de empresa. Sin duda conocer específicamente estos datos permitirá avanzar en el desarrollo exportador de las mujeres.
Por tanto es fundamental la colaboración entre las distintas agencias de gobierno para la construcción de estadísticas de género y comercio exterior representativas, que sirvan de apoyo para el desarrollo de políticas inclusivas y sostenibles para la plena participación de las mujeres en el comercio exterior del país.