La economía mundial sigue experimentando un menor ritmo de expansión en un contexto de una mayor inflación, debido a la persistencia del conflicto de Rusia y Ucrania, las políticas macroeconómicas contractivas e incertidumbre, que ha generado una desaceleración económica, por ejemplo, en la Unión Europea y el menor crecimiento económico de China debido a sus problemas derivados en el sector inmobiliario, entre otros.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima un crecimiento del PIB mundial de 3,2% para el año 2022 y un 2,7% en 2023. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), estimó el crecimiento mundial en un 3,0% y rebaja su proyección de crecimiento en 2023 a un 2,2%. Para América Latina y el Caribe, el FMI estima un crecimiento de 3,5% y un 1,7% en 2023, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), lo sitúa en 3,2% este año y prevé un fuerte descenso a un 1,4% en 2023, debido a la debilidad económica global, el comercio exterior y restricciones financieras de origen interno y externo.