Luego de 17 años de la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación (AA) de Chile y la Unión Europea (UE), al evaluar el Pilar Comercial, se evidencian claros beneficios de una mayor integración económica, mediante una liberalización en el comercio de bienes, servicios e inversiones, entre otros compromisos fundamentales del Acuerdo, los que han contribuido con un mayor crecimiento y desarrollo económico chileno.
El Acuerdo ha traído beneficios a través de una progresiva liberalización arancelaria. En efecto, desde la entrada en vigor en 2003, hasta el fin de la desgravación en el año 2013, la UE redujo aranceles a un 90% de los productos chilenos (8.547 líneas arancelarias), representando un 91,8% del valor importado por la Unión Europea desde Chile en el año 2019, en diversos productos silvoagropecuarios, industriales y otros.
Sin embargo, todavía existe una fracción, equivalente a un 5,3%, en productos no cubiertos por las preferencias arancelarias del Acuerdo para ingresar al mercado de la Unión Europea y, por lo tanto, deben pagar un arancel Nación Más Favorecida (NMF).
En el caso de los contingentes arancelarios (cuotas) negociados para el ingreso al mercado europeo, los beneficios se extendieron a 15 contingentes, sobre un universo total de 258 líneas arancelarias, las que en su mayoría ingresan libre de arancel y otros con rebajas. Sin embargo, actualmente, solo se utilizan 17 líneas arancelarias.
En el caso de las importaciones chilenas desde la UE, en 2013 un 98% de los productos quedaron liberalizados, concentrando un 98,7% del valor de las importaciones en el año 2019. Un 1,5% del total de productos no obtuvieron ventajas arancelarias en el Acuerdo de Asociación. Desde el punto de vista del arancel efectivo de las importaciones chilenas desde la Unión Europea, éste pasó de un 6,68% en 2002 hasta un 0,87% en 2019.