Para comprender la relevancia del sector servicios, en esta sección se describen sus principales características, formas de clasificación y su incorporación en las negociaciones comerciales internacionales. Según estimaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), mientras el año 2000 un 19% del comercio internacional correspondía a servicios, totalizando USD 1,5 billones, el año 2019, los servicios representaron un 24,5% del comercio, por un valor de USD 6 billones. Su evolución en las últimas tres décadas puede verse en el gráfico 1. Para el caso de Chile, las ventas al exterior de servicios no tradicionales (esto es excluyendo transporte y turismo) han crecido a una tasa promedio anual de 10,5% anual desde el año 2003, desde US$ 198 millones a US$ 1.279 millones en el año 2019. Los servicios no tradicionales representan el 45% de la exportación total de servicios en Chile, que se traduce en alrededor de 170 tipos de servicios. Cabe destacar que a pesar de la caída de las exportaciones de servicios el año 2020, las que registraron un valor de US$ 1.075 millones debido al severo impacto económico causado por la pandemia, destacamos que en los últimos 15 años las empresas que exportaron servicios aumentaron significativamente, llegando a 677 en total.
Lo primero es señalar que no existe una definición universal sobre servicios. No se ha logrado un consenso al respecto, por la heterogeneidad y complejidad que representan, pero se pueden determinar ciertas características comunes que aportan en su conceptualización e identificación: son intangibles, invisibles, no almacenables, multimodales (de muchas formas), altamente diferenciados, y requieren la simultaneidad para su producción y consumo.
Algunas fuentes describen los servicios como un conjunto de actividades que agregan valor a un producto o a una persona. En ese contexto, se puede complementar con la distinción entre servicios que requieren proximidad física y los que se pueden realizar a distancia.
Las nuevas tecnologías de información y el crecimiento de la digitalización, han expuesto una mayor necesidad de revisar su conceptualización, poniendo énfasis en factores como la simultaneidad en su producción y consumo.
Los TLCs abordan servicios como transporte, telecomunicaciones, seguros, bancos, servicios profesionales, entretenimiento, etc. En ocasiones, los servicios se encuentran incorporados a un producto o son el resultado de su provisión, lo que se expresa en un soporte físico, por ejemplo, un documento, plano de arquitectura, dibujo técnico, etc.
No, son diferentes y se pueden distinguir tres grupos:
Las características de los servicios los hacen diferentes de los bienes, por lo que enfrentan barreras y desafíos propios en su proceso de internacionalización.
La exportación formal de servicios aporta en el desarrollo de parámetros que ayudarán a promover futuras exportaciones, así como en la construcción de estadísticas que permitan conocer su comportamiento.
Las barreras a las que se enfrenta el comercio de servicios están ligadas a regulaciones de los mercados de destino. Estás pueden limitar la participación, como también discriminar en favor de proveedores locales.
A través de los TLCs, los países adquieren compromisos de no discriminación en materia de servicios que entregan previsibilidad a sus exportadores y exportadoras.
Clasificación Central de Productos o W/120 de la OMC 12 Categorías de Sectores 166 Subsectores La clasificación de los servicios ha sido un tema relevante en la identificación de actividades, formulación de políticas públicas, recopilación de estadísticas, entre otras. En la década de los 70, Naciones Unidas inicia un trabajo para establecer un sistema armonizado de clasificación de las actividades económicas: la Clasificación Central de Productos (Central Product Classification, CPC por sus siglas en inglés)1.
La CPC entrega un marco para la comparación internacional de estadísticas de bienes, servicios y activos y, unaguíaparaeldesarrolloorevisiónde esquemasde clasificacióndeproductos yaexistentesparagarantizar compatibilidad con registros internacionales. La CPC es actualizada periódicamente para responder a los cambios en la producción de bienes y servicios.
La codificación de la CPC sigue un sistema jerárquico, que va desde lo general a lo particular y consiste en cinco categorías: secciones (10), divisiones (71), grupos (329), clases (1.299) y subclases (2.887). Adicionalmente, los países pueden incorporar, a partir del quinto nivel, más detalles en la clasificación.
Por la ausencia de una clasificación uniforme a nivel internacional, en el marco de las negociaciones comerciales multilaterales se acordó la utilización del documento W1202 elaborado por la Secretaría del entonces GATT, hoy OMC, basado en la CPC Provisoria de Naciones Unidas. Este documento clasifica los servicios en 12 sectores y 166 subsectores.
1 Existen clasificaciones más específicas en diferentes áreas de servicios, pero al ser la CPC una de propósito general, posee menores detalles en dichas categorías.
2 Para más información, visite: https://www.wto.org/spanish/tratop_s/serv_s/mtn_gns_w_120_s.doc
Lo servicios han sido reconocidos como la espina dorsal de la economía. Toda actividad productiva necesita de servicios para funcionar, por ejemplo, transporte y telecomunicaciones o acceso al sistema financiero. Asimismo, servicios como la educación, salud y servicios básicos contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas. En particular, los servicios están asociados con:
Para un potencial exportador o exportadora de servicios, es importante dimensionar el comportamiento de los servicios en el comercio internacional. A continuación, a partir de información de la OMC, se presenta una radiografía del comercio internacional de servicios, considerando su evolución general, sectorial, así como principales regiones exportadoras a nivel mundial.
En el marco del sistema multilateral de comercio, en la Ronda Uruguay iniciada en 1984, se incorpora por primera vez a los servicios dentro del mandato de negociación. El objetivo era crear un sistema creíble y fiable de normas comerciales internacionales que garantice el trato justo y equitativo mediante principios de no discriminación. Asimismo, a través de la consolidación y la liberalización progresiva, impulsar la actividad económica, el comercio y el desarrollo.
A partir de obligaciones tanto generales, para todos los miembros y servicios, como específicas en acceso a mercados y Trato Nacional, el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) permite crear compromisos para todos los sectores de servicios, con excepción de servicios gubernamentales y de tráfico aéreo. El 1 de enero de 1995, junto con el establecimiento de la OMC, entra en vigor el AGCS, para 76 Miembros. En la actualidad, la OMC cuenta con 164 Miembros, para los cuales aplican todos los acuerdos de la OMC, entre ellos el AGCS. El AGCS identifica cuatro modos de suministro de servicios. Estás definiciones serán tema recurrente en el análisis de los beneficios de los Tratados de Libre Comercio.
Tanto el productor o productora del servicio como el consumidor o consumidora, permanecen en sus territorios de origen. Sólo el servicio cruza las fronteras.
Ej: Un instituto de educación en Chile imparte cursos Online de chino mandarín para estudiantes en Latinoamérica. En este caso, tanto proveedor (Instituto), como consumidor (estudiantes), permanecen en sus países de origen y sólo se traslada el servicio (clases a través de plataformas online).
Sólo el consumidor o la consumidora traspasa las fronteras y se traslada físicamente fuera de su territorio de origen para hacer uso del servicio directamente en el país productor.
Ej. Arquitecto mexicano tomará una asesoría sobre materiales de construcción antisísmica en la unidad de capacitación de un gremio en Chile. En este caso, el consumidor (arquitecto), cruza la frontera para consumir el servicio directamente en el gremio.
En este caso el productor o productora del servicio traspasa las fronteras para entregar el servicio en el país del consumidor, pero se establece a través de una empresa (persona jurídica) que puede ser una filial, oficina de representación o sucursal de propiedad extranjera en el país del consumidor.
Ej. Banco chileno establece una filial en Hong Kong para asesorar a inversionistas asiáticos en esa ciudad (lugar del consumidor). Es decir, productor se establece en el lugar del consumidor y consumidora.
El proveedor o proveedora de servicios se desplaza (viaja) físicamente al país del cliente, presta el servicio y regresa a su país. Esta persona natural puede ser independiente o dependiente de una persona jurídica.
Ej. Técnico (productor) chileno vende una máquina para el procesamiento de minerales en Perú y viaja para realizar capacitación al equipo de profesionales que usará la maquina en ese país (consumidor). Terminado el servicio, el técnico regresa a Chile.
Para continuar el proceso de liberalización de los servicios contemplados en el AGCS, éstos fueron incluidos en el mandato de negociaciones de la Ronda de Doha para el Desarrollo3. Las negociaciones de esta Ronda se han extendido en el tiempo. Por este motivo, un grupo de economías, incluido Chile, comenzó negociaciones para un “Acuerdo sobre el Comercio de Servicios” (TiSA, por sus siglas en inglés), con el objetivo de expandir el comercio de servicios4.
Durante la Conferencia Ministerial de la OMC de 2017, realizada en Buenos Aires, Argentina, un grupo de 59 miembros, incluido Chile, declaró su compromiso de avanzar en la negociación sobre Reglamentación Nacional en Servicios. Esta negociación pretende regular que medidas nacionales no se transformen en obstáculos al comercio de servicios.
El primer acuerdo comercial preferencial que incluyó el comercio de servicios fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés), el cual, de forma paralela a las negociaciones en el marco de la Ronda Uruguay, liberalizó el comercio de servicios entre Canadá, Estados Unidos y México. Otra experiencia relevante, es la Unión Europea, la que, en el marco de su proceso de integración y construcción de un mercado común, incorpora los servicios como otra de las actividades económicas que pueden desarrollarse libremente entre los miembros de la Unión. Actualmente, la mayor parte de los TLCs internacionales incluyen disposiciones relativas al comercio de servicios.
3 La Ronda de Doha para el Desarrollo, novena ronda de negociaciones comerciales multilaterales, se lanzó en Doha, Qatar, durante la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, en noviembre de 2001.
4 Estas negociaciones
se encuentran detenidas desde 2016.
La primera vez que Chile incorporó los servicios en negociaciones comerciales fue en el marco de las negociaciones del AGCS. Como resultado, el país asumió compromisos específicos en cinco de los 12 sectores definidos por el W120: servicios prestados a las empresas, servicios de comunicaciones, servicios financieros, servicios de turismo y servicios relacionados con los viajes, y servicios de transporte. Posteriormente, en 1996, Chile negoció su primer TLC con Canadá, en el cual se incluyó el comercio de servicios. A partir de entonces, los servicios han pasado a ser un elemento fundamental en el mandato de negociación del país. A la fecha, de los 30 acuerdos comerciales vigentes que Chile ha suscrito, 21 contienen capítulos relativos al comercio de servicios (Figura 2).
Según datos del Servicio Nacional de Aduanas, las exportaciones de servicios de Chile se han multiplicado casi seis veces entre 2003 y 2019, llegando a totalizar más de 1.200 millones de dólares, teniendo una caída el 2020 producto de la crisis del COVID-19 (gráfico 4).